Si usted conduce un automóvil o una casa rodante debe conocer lo siguiente:
Los TPMS directos o indirectos se montan durante la fabricación del vehículo. En el caso de que un fabricante no monte un TPMS en el vehículo no se requiere una instalación posterior, pues dicho vehículo no está sometido a la obligatoriedad del TPMS.
Cualquier taller que ofrezca servicios para el TPMS podrá informarlo sobre piezas de recambio, como p.ej., un kit de servicio para mantenimiento de la válvula, o un sensor de reemplazo.
Por favor tenga en cuenta que debido a la tecnología compleja del TPMS, se recomienda acudir a un taller especializado que cuente con las herramientas de programación apropiadas para el cambio de neumáticos, y para trabajos de mantenimiento en caso de problemas (p.ej. una advertencia en el display).
Durante un servicio de neumáticos con TPMS directo siempre deben verificarse los sensores.
Los vehículos con obligación de uso del TPMS deben equipar todos los neumáticos con sensores.
En el caso de que deba montarse un neumático nuevo en el vehículo, también deberá montarse un sensor compatible con el TPMS en el vehículo.
Durante el servicio de un neumático con TPMS directo debe observase lo siguiente:
En el caso de vehículos sujetos a la obligación del TPMS, durante la fabricación de los mismos se instala un TPMS directo o indirecto, porque no siendo así dichos vehículos no recibirán una aprobación de tipo ni tampoco serán matriculados dentro de la UE.
El montaje posterior de un TPMS no es obligatorio.
En el caso de que en el display del vehículo se visualice una señal de advertencia, deberá acudirse a un taller lo más rápido posible, pues esto implica que, o el TPMS está defectuoso, o existe una pérdida de presión de aire.
Un TPMS defectuoso se evalúa como defecto menor, que no obstante el propietario/conductor del vehículo debe reparar de inmediato debido a su relevancia para la seguridad.
Debe buscarse sin demora un taller o estacionar el vehículo y ponerse en contacto con servicio de reparaciones, pues existe un neumático defectuoso y la seguridad de conducción no está más asegurada.
Las válvulas y los sensores están sujetos a un desgaste natural, por lo que deben mantenerse periódicamente (recomendación: en cada cambio de neumático).
El mantenimiento puede ser realizado por un taller con servicio de TPMS.